Entrevista a Andrés García Reche: «La AVI apoyará proyectos que lleven a un modelo productivo inteligente, integrador y sostenible”

Andrés García Reche, (Cúllar -Granada- 1950) es vicepresidente ejecutivo de la Agència Valenciana de la Innovació -AVI- y un firme defensor de la colaboración público-privada para incrementar la competitividad de las empresas y su transformación hacia las nuevas necesidades tecnológicas e industriales.

En la primera entrevista del Boletín del Mobility Innovation VLC ha destacado la creación de un Comité Estratégico de Innovación especializado en Automoción y Movilidad sostenible que ha plantado respuestas concretas para los retos que se le abren al sector. Además,  insiste en que los proyectos que apoye la AVI deben dirigir la industria hacia un modelo productivo inteligente, integrador y sostenible.

Entre sus objetivos destaca la voluntad de incorporar al tejido productivo el conocimiento científico y la tecnología disponible e invita a las empresas, especialmente a las Pymes,  a que demanden soluciones a sus retos, en los generadores de conocimiento.

MiV: La AVI ha incrementado su presupuesto recientemente por el gran número de proyectos presentados, ¿puede decirnos para qué áreas se han presentado en su gran mayoría?

A.G.R: Más de la mitad de las solicitudes presentadas se circunscriben a los dos programas de ayudas abiertos a las empresas, Programas estratégicos en cooperación y Consolidación de la Cadena de valor empresarial. De hecho, este año se ha registrado un crecimiento espectacular en el número de empresas, con más de 200 compañías que, hasta ahora, no habían participado en otras ediciones, entre ellas las firmas líderes de sus respectivos sectores de actividad. Respecto a las áreas más relevantes, alrededor de una cuarta parte se vincula con las tecnologías habilitadoras, que tienen un carácter transversal y afectan a múltiples sectores. A continuación, se sitúa el ámbito de la salud, con alrededor del 20% de los proyectos, mientras que la economía circular representa el 15% y las iniciativas de agroalimentación poco más del 10%.

MIV: La nueva movilidad, la transición ecológica y la descarbonización, junto a la Covid, han dejado al sector de automoción en una situación delicada, ¿qué puede esperar el sector de la AVI?

A.G.R.: Efectivamente, el sector se encuentra en una encrucijada, en un momento de cambio importantísimo por el impacto de las nuevas tecnologías y la necesaria conciencia medioambiental. Pero, aunque esta transición genera incertidumbres en el negocio tradicional, también ofrece múltiples oportunidades para crecer gracias a la innovación. Existen nuevos nichos de negocio en los que podemos ser actores destacados, si no referentes. Así lo precisan los representantes de la comunidad científica, de los institutos tecnológicos y del empresariado que la AVI ha reunido en el Comité Estratégico de Innovación especializado en Automoción y Movilidad Sostenible. Este grupo de especialistas ha planteado propuestas concretas de innovación que dan respuesta a aquellos retos prioritarios a los que podemos dar respuesta con las capacidades científicas y tecnológicas de las que disponemos en la Comunitat Valenciana, que son muchas. Las empresas del sector de la movilidad, y en particular de la industria de la automoción, pueden estar seguras de que encontrarán en la AVI a un aliado para llevar a cabo estos proyectos de innovación.

MIV: ¿Qué modelo productivo y económico se priorizará con los proyectos que apruebe la AVI?

A.G.R: En la Agència apostamos por un modelo productivo inteligente, integrador y sostenible. ¿Qué significa esto? Básicamente, se trata de incentivar la incorporación al tejido productivo de todo el conocimiento científico y la tecnología disponibles para que nuestras empresas aumenten su productividad, valor añadido y competitividad en el mercado global, respetando el medio ambiente y distribuyendo esa riqueza en sus trabajadores y, por ende, en la sociedad en su conjunto. Por supuesto que debemos acceder a nuevos sectores de vanguardia y alto valor añadido, pero el principal objetivo radica en mejorar aquellos ámbitos donde ya contamos con un importante tejido empresarial. Conseguir incrementar, por ejemplo, el valor añadido del turismo, de la construcción, de la movilidad, del calzado… Y, todo ello, sin olvidar que el fin último es elevar la prosperidad y calidad de vida de los ciudadanos.

MIV: ¿Es la Comunitat Valenciana una región competitiva e innovadora si la comparamos con otras regiones españolas y europeas?

A.G.R.: La Comunitat Valenciana perdió el tren de la innovación a mediados de los 90 y desde entonces la distancia con las regiones líderes se ha ampliado, tanto a nivel nacional como a escala europea. Dicho esto, en los últimos años el Consell ha diseñado una estrategia para recuperar el terreno perdido que comienza a dar sus frutos y que se plasma, entre otras acciones, en la creación de la AVI o de la Conselleria de Innovación. Este plan implica un incremento sustancial de la inversión en I+D+i, pero también afecta a cómo se destinan los fondos, potenciando las acciones coordinadas y en colaboración. En cualquier caso, la última edición de la Encuesta sobre Innovación en las Empresas que elabora el INE, que incorpora los datos de 2019, demuestra que el gasto en I+D+i está aumentando en la Comunitat mucho más rápido que la media del país y que regiones punteras como Madrid o País Vasco. Y lo hace también el número de empresas que innovan, con un incremento del 68% entre 2017 y 2019, lo que representa, por ejemplo, 21 puntos porcentuales más que la Comunidad de Madrid en este mismo periodo.

MIV: ¿En qué deben mejorar los agentes -empresas, institutos tecnológicos, centros de investigación- para que la innovación sea efectiva?

A.G.R.: Aunque es necesario invertir más en I+D+i, especialmente en el sector privado, el principal problema se sitúa en la conexión entre los agentes del sistema de innovación. Sin renunciar a la investigación fundamental, que resulta muy necesaria, es imprescindible que la investigación se oriente también hacia las empresas y que éstas busquen y demanden soluciones a sus retos en los generadores de conocimiento. Solo así conseguiremos que resultados de investigación y patentes que antes terminaban en un cajón se implanten definitivamente en el tejido productivo.

MIV: Durante años se ha hablado de la brecha entre la investigación y la empresa ¿qué ha cambiado para que ahora no sea así?

A.G.R.: Es cierto que en España existe una brecha histórica entre la investigación y la empresa, que se ha enquistado en el tiempo porque ninguna de las dos esferas tenía incentivos reales para trabajar juntos. La AVI nace precisamente para establecer esa conexión, para resolver las ineficiencias del sistema de innovación, que, aunque ha avanzado algo en los últimos tiempos, todavía presenta puntos negros. Para conseguirlo, por ejemplo, todos nuestros programas de ayuda exigen la cooperación entre agentes y este año el número de solicitudes ha crecido un 54%. Estamos percibiendo que, poco a poco, se están rompiendo las barreras existentes gracias a estos instrumentos, pero también a la creación de grupos de trabajo en los representantes de todos los eslabones del Sistema Valenciano de Innovación colaboran para buscar soluciones a los principales retos del sistema productivo. En cualquier caso, debemos tener paciencia. No podemos pretender resolver en tres años una práctica tan enraizada en empresas e instituciones.

MIV: Las empresas españolas y valencianas son en su mayoría pymes, ¿Cómo se puede innovar con un entramado empresarial de estas características?

A.G.R.: Lógicamente, es complicado que una pyme pueda contar con un departamento interno y potente de I+D+i, pero existen fórmulas para que las pymes innoven y, además, son muy eficaces. En primer lugar, emergen los institutos tecnológicos, que están muy próximos a las necesidades de las empresas y ejercen un rol fundamental de transferencia tecnológica. Sin embargo, nuestro objetivo es sumar a esta ecuación, que ya se ha demostrado que funciona, a los grupos y centros de investigación porque para innovar hoy en día es necesario incorporar mucha más materia gris. La AVI es ese canalizador que ayuda a que las empresas, independientemente de su tamaño, encuentren los socios tecnológicos y científicos adecuados para resolver sus desafíos. No olvidemos que la innovación es la vía más rápida para crecer.

MIV: En el ámbito de la movilidad, ¿cómo cree usted que debería articularse la innovación para que llegue a toda la cadena de valor: desde el OEM -Ford-, hasta a las pequeñas empresas?

A.G.R.: En la industria del automóvil especialmente son las empresas tractoras las que tienen la capacidad de dinamizar la innovación y extenderla a toda la cadena de valor. Históricamente, las grandes multinacionales han demandado soluciones innovadoras a sus proveedores, que han respondido con propuestas creativas. Todos conocemos casos de pymes valencianas que desarrollaron una innovación demandada por la industria y hoy son grandes proveedores, con cientos de empleados. Este es el escenario ideal porque reduce los riesgos asociados a la innovación, aunque el proceso también se puede dar a la inversa. Para ello, las pequeñas y medianas empresas deben ser más proactivas y detectar la necesidad antes incluso que la gran corporación. En la Agència estamos abiertos a apoyar proyectos gestados en cualquiera de las dos vías.

MIV: Distrito Digital, Inndromeda, Institutos Tecnológicos, Universidades… ¿no corremos el peligro de diseminar el conocimiento y que no llegue a las empresas y a proyectos reales?

A.G.R.: No, corremos riesgo si no se actúa de forma coordinada, pero me consta que se han tomado medidas para evitar que esto suceda. Cada uno de estos agentes tiene sus competencias muy definidas y no se trata de interferir en las del otro, sino de coordinar y fomentar la cooperación. El caso de Inndromeda, por ejemplo, es paradigmático. En la asociación participan los principales agentes del sistema de innovación, desde universidades y centros tecnológicos hasta el propio CSIC, que ya actuaban de forma independiente en el ámbito de las tecnologías habilitadoras. Sin embargo, se ha identificado la necesidad de contar con una organización que lidere su desarrollo e implantación en la Comunitat Valenciana porque resulta más eficiente y eficaz para las empresas, que son los destinatarios finales de dicha iniciativa. No se trata de crear instituciones porque sí, sino buscar las fórmulas más adecuadas para aportar valor a nuestro tejido productivo.

MIV: En el caso del Mobility Innovation VLC, la AVI apoyó su nacimiento con una ayuda para el desarrollo del plan estratégico en 2018. ¿Qué apoyos puede esperar el MiV ahora de la AVI?

A.G.R.: El MIV obtuvo en 2018 el respaldo de la Agència en el marco de la convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva y, por supuesto, esta vía continúa abierta. Las iniciativas en el ámbito de la movilidad sostenible y la automoción tienen carácter prioritario para la AVI, siempre que alineen con las conclusiones de los expertos que constituyen nuestro comité especializado, por lo que estamos muy receptivos ante cualquier propuesta. En el plano institucional también cuentan con nuestro apoyo. Sabemos del buen hacer de AVIA, como entidad representativa del sector en la Comunitat Valenciana, y de la solvencia y rigor de este proyecto, que abre un abanico de posibilidades a nuestras empresas.

Categorizado en: noticias